#1 El principio

Durante años sentí que estaba solo.

Solo frente al sillón, frente a los errores, frente a las dudas.

Solo, incluso rodeado de gente.

Este blog nace después de algo inesperado.

En marzo de 2025 fui invitado a dar una charla en la Universidad de Coimbra, con motivo del 40 aniversario de la licenciatura en Medicina Dentária. La misma universidad donde me formé, una de las más antiguas del mundo.

Por primera vez decidí contar mi historia sin adornos: los fracasos, los miedos, los años en que las cosas no salían como yo esperaba.

Y algo pasó: después de esa charla, muchas personas empezaron a escribirme. Colegas, alumnos, incluso profesores con muchos años de experiencia. Todos me decían lo mismo: “Gracias. Me sentí reflejado. Yo también me he sentido así.

Entonces entendí algo importante: la odontología puede ser una carrera muy solitaria.

Y más aún en los primeros años, cuando nadie te elige, cuando el sistema no te abraza, cuando la exigencia es enorme y el reconocimiento, escaso.

Nos formamos en recursos técnicos, pero poco en gestión emocional. Nos enseñan a tratar pacientes, pero no a cuidar a nosotros mismos.

Y eso, a veces, puede ser devastador.

No es casual que la odontología sea una de las profesiones con mayores tasas de burnout, ansiedad y suicidio.

Lo que me propongo con esta serie es simple: que al menos un compañero se sienta menos solo al leerla.

Estas historias no son consejos. No son fórmulas mágicas. Son momentos de vida. Algunas de ellas quizás te recuerden algo que viviste tú. O algo que aún no sabes que vas a vivir.

Ojalá encuentres en estas líneas algo de compañía.

Y si alguna vez sientes que no puedes más, recuerda: nadie llega lejos sin haberse sentido perdido antes.

Bienvenido a este espacio.

Y gracias por estar aquí.

Bruno

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